Existen en la actualidad en nuestro país suelos cuya productividad está siendo afectada por el deterioro que presentan en sus condiciones físicas, químicas y biológicas, con el riesgo que su uso se vea comprometido o imposibilitado por generaciones futuras, en razón de lo cual requieren de la aplicación de medidas apropiadas para su recuperación, conservación y mantención. Es así que en el cordón maicero de la VI Región, el uso sistemático de fertilizantes nitrogenados amoniacales por su alta concentración y menor costo en la unidad fertilizante, sin la aplicación de enmiendas que neutralicen su efecto acidificante en el suelo, contribuye a un descenso en los valores de pH y riesgo de toxicidad por aluminio y/o manganeso de los suelos del valle del Cachapoal haciendo perder la capacidad productiva de estos. Por otra parte, las altas cargas de fertilizantes nitrogenados para lograr rendimientos significativos sin una estrategia de fertilización ni estimaciones de balance, incrementan los riesgos de contaminación difusa en los cuerpos de agua superficiales y subterráneos. Por lo tanto para desarrollar un programa de mejoramiento de estos suelos con los agricultores del área indicada (VI Región), se requiere identificar el escenario problema y sus características, es decir ubicación de los predios rurales maiceros con suelos que presentan alteración de sus propiedades químicas, específicamente acidificación y contaminación de nitrato. En definitiva, para mejorar la productividad de estos suelos en un marco de agricultura sustentable, el Ministerio de Agricultura requiere tener una visión lo más exacta sobre la superficie y el número de agricultores con limitaciones de acidificación y contaminación de nitrato, donde es posible proponer dosis neutralizantes de cal para mejorar su productividad. Determinar acidez, riesgo de acidificación y contaminación de nitrato en lo suelos del cordón maicero del valle del Cachapoal. Los Objetivos específicos son Determinar los aportes de nitrógeno por fertilización y la utilización por el cultivo. Determinar los niveles de pH, aluminio, manganeso y los remanentes de nitrógeno (amoniacal-nitrato, como formas lábiles) en los suelos.