La aparente facilidad que significa producir un automóvil cada cierto número de minutos, los extraordinarios avances espaciales, las respuestas correctas que los cerebros electrónicos dan a difíciles ecuaciones en fracciones de segundo y toda esa gama de prodigios a que ya nos va teniendo acostumbrados la tecnología actual, son tan fascinantes en sí mismos que generalmente no nos detenemos a pensar en los enormes problemas que debieron ser superados para alcanzar esa meta que, recién en ese momento se transforman en noticia y aparece en los medios informativos de difusión. En realidad se trata de una larga cadena de hechos, investigaciones y circunstancias que han debido ser controladas y comprobadas separadamente y en forma conjunta para llegar a obtener ese resultado final que muchas veces es calificado de "milagroso".