El Instituto Antártico Chileno (INACH) elaboró un protocolo para prevenir y controlar la introducción de especies invasoras en la Antártica, con el fin de proteger su frágil ecosistema. Este documento entrega una serie de medidas para evitar que organismos no nativos lleguen al continente a través de actividades humanas como la investigación, el turismo o la logística. Entre las principales acciones se incluyen la limpieza e inspección de ropa, equipos y cargamentos antes del ingreso, la prohibición de introducir animales vivos, plantas o tierra, y un manejo riguroso de residuos para no atraer fauna ajena al ecosistema. También se promueve la detección temprana de especies no autóctonas y su erradicación o control en caso de ser necesario.