La nueva política social enfrenta el desafío de contribuir a la integración de la sociedad chilena para que los ciudadanos disfruten en forma más equitativa del desarrollo. La integración supone esfuerzos serios en tomo a reducir la pobreza, ya mejorar la calidad de vida de los sectores medios y en general de toda la población. Esto significa realizar una política social que comprenda, en un esfuerzo integral, el mejoramiento del acceso de los grupos objetivos a los servicios de salud, de educación, vivienda, justicia, seguridad personal, medio ambiente y recreación.