Etimológicamente, la palabra hidrología significa "el estudio de las aguas". Este sería un concepto muy amplio, y conforme al empleo usual de la palabra, su alcance se restringe al estudio de las aguas que se precipitan sobre la superficie terrestre, permitiendo el desarrollo de la vida sobre esta superficie y escurren luego, superficial o subteráneamente, en dirección al mar o a cuencas interiores. Corresponde a la oceanografía el estudio del agua contenida en las cuencas marinas, a la meteorología el del agua en su ciclo atmosférico, a la glaciología el del agua comprendida en su fase sólida, y aún a otras clasificaciones el del agua comprendida en los organismos animales o vegetales.