La cubierta vegetal de los ecosistemas áridos y semiáridos, de por sí escasa, se ve afectada por los reducidos montos de las precipitaciones y la irregularidad de su frecuencia así como por sus fuertes variaciones internacionales. Por otra parte, en el caso particular de dichas zonas de Chile. La presión antrópica ejercida a través de la tala indiscriminada, la mimería y el sobrepastoreo, ha provocado un fuerte efecto detrimental en la vegetación, en algunos casos llegando hasta su eliminación total. Esta situación afecta directamente a la población rural, habitantes del secano cuyo principal medio de subsistencia lo constituye la ganadería capina extensiva, que se alimenta precisamente de la vegetación natural.