Los aumentos en los niveles de ocupación, entre 1982 y 1987, prácticamente duplicaron el incremento de 693.700 personas en la fuerza de trabajo. Esta capacidad de generar empleos de la economía chilena permitió que la tasa de desocupación nacional se redujera desde un 19,6% en 1982 a un 7,9% en 1987. La contribución de la agricultura a la reducción del desempleo fue importante. La fuerza de trabajo agrícola creció en 334.200 personas entre 1982 y 1987, mientras que la población ocupada agrícola creció en 359.200. Esto significó aumentar la tasa de ocupación en la agricultura desde un 90,6% en 1982 a un 97,1% en 1987. De este modo, la agricultura se sitúa como uno de los sectores más dinámicos de la economía chilena. Prueba de ello es que entre 1982 y 1983 este sector contribuía con el 11,7% de los nuevos empleos generados en el país, mientras que entre 1986 y 1987 contribuía con el 30% de ellos.