Si las tendencias actuales continúan, aproximadamente un tercio de la fuerza laboral correspondiente al crecimiento neto de la población en América Latina tendrá que permanecer en la agricultura durante una o dos décadas. Esto significa que la fuerza laboral agrícola, que ha aumentado desde 1950 en alrededor de 500.000 personas por año, crecerá a una tasa promedio de alrededor de 1 millón de unidades por año durante los próximos 15 años. Sin embargo, frente a este desarrollo, estamos presenciando una contracción en el empleo agrícola, cuyo lugar en el empleo total aumentó del 54 al 45 por ciento entre 1950 y 1968, se estima, y debería disminuir aún más, para caer a alrededor del 40 por ciento en 1980.