Las buenas aforaciones son indispensables para el control y uso cuidadoso del agua; sirven de base para la distribución eficiente y equitativa del gasto disponible entre los diferentes usos; igualmente que para lograr eficacia en la conducción y administración del recurso agua. Es imposible lograr una operación eficiente de sistemas de riego sin realizar buenas aforaciones, regularmente en sitios estratégicos del sistema.