Dada la situación actual y las características del nuevo Gobierno, los objetivos que se perseguirían con la definición a corto plazo del destino de las tierras reformadas serían: Aumentar la producción para reducir al máximo el gasto de división en consumo de alimentos y destinarlas al desarrollo e inversión productiva; Entregar la propiedad de la tierra o de las empresas expropiadas a los trabajadoreo, para dar seguridad e incentivos a la producción e inversión y evitar la administración o propiedad estatal de la tierra; Lograr el apoyo de los trabajadores del campo a la tarea de la Reconstrucción Nacional.