La apicultura nacional se ha basado tradicionalmente en la producción de miel para su comercialización a granel, lo que ha significado inestabilidad de ingresos y bajas rentabilidades. Por este motivo, el proyecto precursor estuvo orientado a mejorar la rentabilidad del rubro mediante un modelo de trabajo asociativo de productores, orientado a la comercialización de un producto diferenciado y con valor agregado, certificado en su origen botánico y geográfico, que además cumpla con estándares sanitarios y de calidad.