La agricultura sustentable implica el uso racional de los fertilizantes, esto significa que su aplicación solo tiene efectos positivos en el crecimiento y desarrollo de los cultivos sin dejar ningún efecto negativo residual en el suelo, en la napa freática o en el aire. De ahí la importancia de conocer los balances nutricionales de los cultivos para conocer la verdadera demanda del cultivo y la dinámica de los nutrientes en la relación suelo- planta. En los balances nutricionales se considera como entrada al sistema suelo-planta la cantidad de nutriente aplicado como fertilizante al cultivo, el existente en el suelo y como salida la cantidad de nutriente contenido en el producto exportado (granos, carnes, etc). Si bien esto es correcto, hay otras formas de pérdida de nutrientes que habitualmente no son contempladas como por ejemplo, perdidas por lixiviación, por escorrentía, y por volatilización. La magnitud de estas pérdidas depende de la movilidad de cada nutriente, del tipo de suelo y de las condiciones ambientales. El objetivo de este trabajo es evaluar las perdidas por lixiviación y escurrrimiento de fósforo (P), azufre (S), calcio (Ca), potasio (K), magnesio (Mg), cobre (Cu), zinc (Zn), hierro (Fe), manganeso (Mn) y boro (B), en dos suelos de diferente textura de la región pampeana.