La actual situación de las zonas afectas a embalses concesionados o Ejecutados a través del D.L. 1123 permite concluir que es posible y necesario avanzar mucho más rápido en materia de mejoramiento de la producción agrícola, ya que actualmente existe un desfase muy amplio ente la entrega del agua para riego, y un desarrollo agrícola acorde con esta nueva situación. Esta realidad, atrasa la recuperación de las inversiones realizadas en la gran obra de riego, encarece los proyectos, no se obtienen beneficios productivos y socialmente no se progresa como era de esperar. La SNA estima que la creación de un Fondo de Desarrollo Agrícola y una Corporación de Derecho Privado sin Fines de Lucro son una necesidad que facilitaría una mejor labor para utilizar eficientemente los recursos invertidos en una gran obra de riego en alguna zona del país. El Fondo de Desarrollo debiera estructurarse tratando de incorporar a todos los actores en la cadena, incluyendo al sector público, el concesionario y los agricultores organizados. Esta institucionalidad permitiría apurar la entrega de recursos para inversiones productivas de parte de los agricultores y con ello, se generaría un polo de desarrollo que es la aspiración y objetivo de cada uno de los proyectos de riego que se realizan en el país.