Los objetivos establecidos giraron en torno a la resolución de problemáticas vinculadas al deficiente uso de los recursos hídricos y a la irregularidad en la tenencia de derechos de aprovechamiento de aguas (DAA), en un contexto de severa situación de escasez hídrica. Esto, fundamentalmente, porque ambas condiciones generan dificultades para el desarrollo productivo del territorio, pues imposibilitan la inversión pública en obras de mejoramiento hídrico y obstaculizan una correcta administración del recurso por parte de los usuarios. Junto con lo anterior, se había identificado una notoria deficiencia tecnológica en el uso del recurso hídrico, lo cual impide mitigar el impacto que genera el cambio climático en las actividades productivas ligadas a la agricultura. Se estableció que este impacto, visualizado principalmente a través de una baja en los rendimientos y calidad de la producción, y un aumento en los costos de producción, estaba generando una situación de crisis en el ambiente rural, especialmente en los sectores ligados a la agricultura familiar.