En sistemas silvícolas las propiedades físicas del suelo se han valorado por sobre las químicas y la materia orgánica (Donoso, 1997). Sin embargo, una de las características de los suelos forestales es la continua depositación superficial de material orgánico dispuesto sobre el suelo mineral, y la actividad biológica que se genera producto de la formación del mantillo orgánico. Las labores de manejo silvícolas alteran indirectamente esta acumulación de materia orgánica sobre el suelo, y por lo tanto a la actividad respiratoria de microorganismos. El presente estudio postula que tal como en sistemas agrícolas, la respiración del suelo varía de acuerdo a la plantación forestal, y por tanto podría ser un indicador del cambio en la calidad del suelo, y de la sustentabilidad de este recurso en sistemas forestales.