Este libro forma parte de una serie que busca acercar al lector la historia, tradiciones y relatos de los nueve pueblos originarios reconocidos por el Estado de Chile. Muchos de ellos habitaron nuestro territorio desde tiempos precolombinos. Como consecuencia de los procesos de mestizaje con conquistadores europeos y, posteriormente, inmigrantes de distinta procedencia, se formó la sociedad chilena. En la segunda mitad del siglo XIX, cruzaron la Cordillera de los Andes familias collas provenientes del noroeste de Argentina y sur de Bolivia, estableciéndose en las quebradas, aguadas y vegas de la precordillera y cordillera de la actual Región de Atacama. Llevaban una forma de vida trashumante, es decir, se trasladaban en los meses de verano e invierno en busca de forraje para sus animales. Ya que el traslado de los animales depende de las condiciones climáticas, la disponibilidad de agua y pastos y el conocimiento de las zonas de pastoreo, la cultura colla se encuentra estrechamente ligada a la vida en la montaña y al conocimiento de la naturaleza.